En el marco del proyecto, se han llevado a cabo diversas acciones de sensibilización y transferencia de conocimientos, con el objetivo de mejorar la eficiencia de los procesos productivos de la industria alimentaria, para lo cual es vital conocer los consumos de agua, generación de vertidos y puntos ineficientes.
Dada la problemática relativa al cambio climático y el agotamiento de los recursos naturales, desde la industria alimentaria, gran consumidora de agua para el aseguramiento de los requisitos higiénicos, resulta imprescindible optimizar los procesos de cara a realizar el consumo mínimo, que deriva a su vez en un ahorro económico considerable. LIFE MCUBO y VERTALIM unen sus esfuerzos en una iniciativa conjunta para abordar la gestión sostenible de un recurso limitado como es el agua.
A la iniciativa no ha dudado en sumarse SALICA, empresa vizcaína con gran experiencia en la elaboración de conservas y congelados, cuya estrategia empresarial prioriza en la repercusión de su producción en el medio ambiente.
SALICA surgió en 1990 de la unión de dos conserveras con la ambición de crear una nueva planta de producción más moderna y competitiva. Hoy en día, cuenta con tres plantas (Bermeo, Galicia y Ecuador) y está altamente concienciada con la sostenibilidad, siendo miembro de la alianza International Seafood Sustainability Foundation (ISSF).
Dentro de las actividades de colaboración entre dos proyectos del programa europeo LIFE, el proyecto VERTALIM y MCUBO, se ha realizado la monitorización de los procesos productivos, así como el estudio de la integración controlada de los vertidos en el sistema de saneamiento urbano. Este estudio de los procesos productivos se llevó a cabo en su planta de Bermeo, lo que les permitió identificar los puntos de consumo de agua y energía más altos y su comportamiento, así como valorar su reducción e implantar las mejoras propuestas de cara a incrementar su competitividad y eficiencia energética.