CAROLINA NAJAR. Directora de Valor Mercado Alimentación de AZTI

En un mundo en constante evolución, la humanidad se enfrenta a desafíos sin precedentes en el ámbito de la alimentación. El crecimiento de la población y el aumento de la renta per cápita están provocando una revolución alimentaria global, situando a la alimentación como un recurso estratégico indispensable. Para 2050, se proyecta que casi 10.000 millones de personas habitarán nuestro planeta, lo cual requerirá incrementar la producción anual de alimentos en un 70% respecto a la actual. Este desafío es monumental y requiere una reflexión profunda sobre cómo abordarlo de manera sostenible y saludable.

La urbanización acelerada y los cambios sociodemográficos están transformando nuestros hábitos de vida, llevándonos hacia una mayor sedentarización, menos tiempo dedicado a la cocina y una búsqueda constante de conveniencia sin renunciar a la salud. Estos cambios sociodemográficos conllevan un aumento de enfermedades crónicas, como la obesidad, que afectará al 30% de la población mundial y desencadenará tratamientos con un alto impacto económico para los sistemas sanitarios. La esperanza de vida aumenta, pero los malos hábitos alimenticios y estilos de vida poco saludables, hacen que tengamos que poner más foco en el envejecimiento saludable.

Ante este panorama, es crucial destacar la importancia de tener una estrategia común en cómo abordamos la alimentación más sostenible y saludablemente. La colaboración entre los sectores de la salud y la alimentación se intensificará, convirtiéndose en un binomio indisoluble para abordar estos retos. La sostenibilidad se ha convertido en un imperativo, no solo medioambiental sino también social y económico, es ya un factor higiénico de cualquier sector. La producción y distribución de alimentos son responsables de un cuarto de las emisiones globales de CO2 y utilizan el 70% del agua potable disponible, generando un impacto considerable en nuestro planeta; y tenemos en nuestras manos hacerlo de manera más eficiente y sostenible.

Para alimentar a la creciente población mundial, se necesitarán innovaciones significativas en la producción de alimentos. Los avances en biotecnología, la producción de proteínas alternativas, la agricultura vertical y la acuicultura sostenible serán fundamentales. Estas tecnologías emergentes ofrecen soluciones prometedoras para producir alimentos de manera más eficiente, utilizando menos recursos naturales y minimizando el impacto ambiental.

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Mirando hacia el futuro, ¿qué comeremos? La respuesta reside en la adopción de dietas más sostenibles, personalizadas y éticas, que minimicen nuestro impacto ambiental. La innovación en el diseño de alimentos junto con el uso de tecnologías que ayudan a definir mejor la demanda jugará un papel crucial en el desarrollo de nuevos productos que no solo sean sostenibles y saludables sino también accesibles, atractivos y cada vez más personalizados.

Desde AZTI, nos posicionamos en la vanguardia de la investigación científica y tecnológica para enfrentar estos retos de la alimentación. Nuestra misión es transformar la ciencia en desarrollo sostenible y saludable, trabajando mano a mano con la industria alimentaria, el sector público y la sociedad. La cooperación y la innovación son nuestras herramientas para crear un futuro en el que todos podamos disfrutar de alimentos saludables, sostenibles y deliciosos; el sabor es esencial.

En este contexto cambiante y desafiante, el compromiso de todos los actores involucrados es fundamental. Juntos podemos transformar los sistemas de producción alimentaria para asegurar una producción de alimentos integra en toda la cadena de valor y un futuro alimentario resiliente, sostenible y nutritivo para todos. En AZTI estamos comprometidos con este objetivo, liderando junto con nuestros clientes el camino hacia un futuro alimentario mejor para nuestro planeta y sus habitantes.

Publicado en Código 84

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