FAQs
A continuación, compartimos algunas preguntas que nos habéis hecho llegar en torno al ENVIROSCORE. Para cualquier otra duda, ¡Contáctanos!
No, el algoritmo utiliza unos sistemas de ponderación basados también en las recomendaciones de la Comisión Europea.
Puedes encontrar más información acerca del método en este artículo.
El ENVIROSCORE no agrupa entre categorías. Si bien la metodología de cálculo de los 16 impactos (Huella Ambiental de Producto) difiere ligeramente entre las categorías: p.e. productos lácteos, carne, pescado de origen marino, etc.
Si, es igual para todas las categorías de productos alimentarios y de bebidas. El objetivo es poder comparar dentro de una misma categoría de producto, pero también entre dos categorías distintas.
No. La declaración PEF son los valores de las 16 categorías de impacto ambiental evaluadas con el método ILCD. El ENVIROSCORE serviría para poder comunicar al consumidor el impacto relativo del producto.
El algoritmo ENVIROSCORE se basa en los factores de normalización calculados para los patrones de comprar europeos, por ello es aplicable y está armonizado para toda la UE.
Para establecer los valores del ENVIROSCORE se han utilizado medias europeas, ya que es aplicable a toda Europa. Sin embargo, en el futuro cálculo por cada empresa se recomiendan utilizar las variables (R1, R2 y R3) específicas a su producto, y si no fuera posible de su país. El último escenario y el menos favorable sería utilizar valores medios europeos.
La metodología se basa en la Huella Ambiental de Producto desarrollada por la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea. Es una metodología muy detallada que está teniendo muy buena aceptación a nivel internacional y países como Australia o Estados Unidos están planteándose aplicarla también en su territorio.
Sin embargo, el ENVIROSCORE al ser un algoritmo que ofrece el impacto relativo de un producto respecto a los patrones de consumo de Europa, actualmente no podemos garantizar su aplicabilidad fuera de Europa. Se está trabajando para establecer nuevos marcos de referencia que posibiliten esta transición hacia otros territorios.
No, actualmente no contamos con ninguna guía de cálculo.
Se puede calcular internamente siempre se tenga la certificación de los 16 impactos ambientales con la metodología de Huella Ambiental de producto. Según la actual marca registrada ENVIROSCORE, estos datos se contrastan y se resuelve la categoría ENVIROSCORE que corresponde.
En AZTI utilizamos el software Simapro para el cálculo de la huella. También hemos desarrollado diferentes herramientas ad-hoc con el fin de facilitar el cálculo de la Huella Ambiental de Producto.
Para el análisis de impacto utilizamos el sistema de referencia ILCD validado por el Joint Research Center.
Las bases de datos que hemos utilizado para el desarrollo del ENVIROSCORE son Ecoinvent y Agrifoodprint. Sin embargo, actualmente para el cálculo de la huella promovemos el uso de las bases de datos aceptadas por la Comisión Europea.
Los datos se recogen por empresa o empresas que integran el ciclo de producción de un producto. También existe la posibilidad de utilizar bases de datos o datos estimados para algunos tipos de datos, sobre todo para los datos que a priori sabemos que no son muy significativos en el impacto ambiental reportado. Pero lo óptimo es recopilar la mayor parte de datos de origen primario.
Actualmente, desde AZTI se están recopilando los datos de todos los agentes involucrados de forma activa. Generando cuestionarios específicos para la cadena que estamos estudiando y comprobando todos los datos obtenidos.
En el caso de la obtención de datos de distribución, el etiquetado final depende de la estrategia de la empresa. Si una empresa quiere hacer una diferenciación de un producto por ser de cercanía, se le puede determinar una distribución específica y asignar así un ENVIROSCORE (probablemente menor) para ese producto de cercanía. Si la empresa no quisiera hacer esta diferenciación, se le asignaría una media ponderada del impacto de la distribución al producto, es decir, si el 20 % se comercializa en cercanía y el 80 % se transporta fuera de europa en camión, se asignaría el impacto relativo a ambos transportes.
No trabajamos con herramientas específicas. Actualmente hacemos una recopilación activa de los datos y estamos valorando la idea de desarrollar una futura herramienta que recopile directamente los datos de producción necesarios en cada etapa. También estamos valorando la posibilidad de integrar ENVIROSCORE con otros sistemas existentes.
El etiquetado está directamente relacionado con los productos alimentarios y bebidas pero se va a realizar un pilotaje en este sector y poder analizar su aplicabilidad.
No, este tipo de certificaciones son complementarias al ENVIROSCORE. El alcance de ambas certificaciones es diferente. Las certificaciones que comentas suelen estar relacionadas únicamente con un eslabón de la cadena del producto. El ENVIROSCORE es un sistema de comunicación del impacto ambiental que considera todas las etapas de su cadena de valor (pesca, crianza, procesado/preparación, distribución, consumo y fin de vida).
En estos momentos no, ya que en la metodología de Huella Ambiental de Producto, la cual es la base del ENVIROSCORE, se está contemplando como impacto adicional y no en todas las categorías de producto alimentario. Si en futuro si existiese una metodología robusta y estandariza para todos los productos, entonces, el método se podría adaptar sin ningún problema.
Si bien miden aspectos totalmente diferentes del producto, en aquellos casos en los que los productos tengan puntuaciones muy diferentes puede que el/la consumidor/a tenga una confusión.
El objetivo del ENVIROSCORE es poder comunicar de una forma sencilla los 16 impactos ambientales al consumidor y que la empresa también tenga la oportunidad de mostrar su compromiso con la sostenibilidad.
Tanto el Nutriscore como el Enviroscore son voluntarios y es decisión de la empresa su implantación en función de sus prioridades y estrategias. Ambos son perfectamente conjugables con otros sistemas de etiquetado obligatorio siempre que se respalde con una fuerte campaña de sensibilización. De hecho, el/la consumidor/a cada vez está demandando más información, ya que los procesos de compra son cada vez más conscientes, y más con los últimos episodios de crisis sanitaria y de abastecimiento.