Salud y alimentación en el contexto post Covid-19
Salud y alimentación es un binomio ganador. La salud lleva tiempo siendo una tendencia en auge. La preocupación por la salud y la incorporación de hábitos y comportamientos saludables no es nada nuevo y el papel de la alimentación en la prevención y promoción tanto de la salud física como emocional se ha hecho muy relevante, generando un renovado interés por una alimentación y un estilo de vida saludable.
Un estudio realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), indicaba que la salud es la principal preocupación de las personas consumidoras a la hora de elegir productos de alimentación, donde el 68% de las personas encuestadas compra productos con mensajes nutricionales, y el 26% con mensajes de salud.
Si esta tendencia estaba al alza, la pandemia de la Covid-19 ha situado la seguridad, la salud y el bienestar en el primer puesto de las prioridades de las personas. El coronavirus ha puesto de manifiesto nuestra vulnerabilidad, el importante papel de nuestro sistema inmunitario.
A esto se une el hecho de que el mercado de la salud y el bienestar sigue consolidándose como uno de los negocios más prometedores: la economía de la salud sigue acaparando gran parte de las inversiones, es uno de los ámbitos donde surgen más startups y donde grandes compañías continúan invirtiendo. Y es uno de los focos de apuesta de los fondos de recuperación Next Generation y de la estrategia “De la granja a la mesa” de la Unión Europea.
Principales tendencias en torno a la alimentación saludable
- La búsqueda de un cuerpo y una mente resilientes, con dos focos principales: la salud del sistema inmune y la salud mental y emocional. Hay alimentos utilizados para levantar el ánimo, y productos como el chocolate o el café han estado asociados tradicionalmente a este efecto. Si bien es cierto que es difícil aportar un beneficio tangible en este aspecto, trabajar para lograr esa percepción está siendo el objetivo de muchas investigaciones.
Por otro lado, nuevas aproximaciones a una alimentación saludable con mayor carga psicológica van adquiriendo mayor calado, donde el “mindful eating” está siendo una filosofía que se va consolidando. - El peso es el eje impulsor de muchas de las elecciones alimentarias de las personas consumidoras, aunque sea muchas veces de forma inconsciente. Y la pandemia ha puesto al factor peso en el punto de mira, ya que varios estudios sugieren que las personas con un mayor Índice de Masa Corporal tienen mayor riesgo de fallecer por la Covid-19.
Los productos relacionados con el control de peso eran tradicionalmente una categoría aparte, mientras que ahora este factor ha pasado a ser parte más natural y estar más integrado en los productos alimentarios y en la vida de las personas. Por otra parte, es importante tener en cuenta la fragmentación: dependiendo la persona, control de peso puede significar comer menos grasa o azúcares, incorporar menos calorías, consumir más proteína o más vegetales. - La dieta personalizada y la nutrición de precisión. Es la tendencia que apunta con más fuerza en el ámbito alimentario. Promover el cambio y la optimización de un comportamiento dietético beneficioso para la salud y la calidad de vida de las personas, y actuar de forma preventiva ante enfermedades crónicas no transmisibles, se va a canalizar mediante una nutrición de precisión y una dieta más sana, sostenible y personalizada.
- Generalización de la tendencia plant based, que ha dejado de ser para vegetarianos y veganos, ya que en general las personas quieren comer más frutas y vegetales, pero en formatos más convenientes. En este sentido, las proteínas de origen vegetal avanzan también imparables.
Principales demandas de las personas consumidoras
Además, de todo lo anterior, no hay que olvidar que las personas consumidoras siguen buscando en los productos:
- Funcionalidad en los productos de alimentación y bebidas. Las percepciones y creencias personales de los consumidores sobre salud promueven la fragmentación de dietas, comportamientos, y de los propios consumidores. Es por ello por lo que las empresas están intentando aunar diferentes beneficios en un mismo producto.
- Lo naturalmente funcional en todas las categorías de producto. Se buscan productos e ingredientes que ofrecen un beneficio que se percibe como natural e intrínseco del alimento.
- Información clara y transparente. El término saludable adquiere otro nivel, siendo entendido como algo holístico: saludable para las personas, pero también para el planeta. Las personas tienen cada vez más recursos, conocimiento y criterio para monitorizar su estado de salud y bienestar, y tomar decisiones, y sus exigencias y expectativas crecen.
Hay una mayor preocupación por adquirir productos sostenibles y se buscan evidencias de cómo las empresas materializan su compromiso social no sólo a través de los productos que ofrecen, sino de cómo éstos les benefician. - Evidencias con base científica, que aporten garantías de funcionalidad real e impacto de los productos de alimentación en la salud y también en el medio ambiente.
- Conveniencia: el fenómeno ya instaurado del snacking también se ha visto afectado por los cambios del consumidor debidos a la pandemia. Y es que ha emergido la necesidad de productos de conveniencia saludables en un contexto de consumo en el hogar, dado que parte del ocio y el trabajo se han trasladado allí.
Retos y oportunidades de negocio para las empresas de alimentación
La producción de alimentos más sanos y naturales, a la vez que asequibles y accesibles a la población, supone todavía un reto ambicioso para la industria alimentaria. En lo que se refiere al diseño de nuevos productos e ingredientes, los retos están en el desarrollo de productos con perfil más saludable (fácil digestibilidad, reducción de ingredientes, adaptados a alergias e intolerancias); enriquecidos con nutrientes específicos para las necesidades de los diferentes públicos (correcto crecimiento y desarrollo de niños y niñas, adecuada densidad energética e hidratación en personas mayores …); con beneficios funcionales para el soporte del sistema inmune o la salud intestinal; y con la sensorialidad adaptada (texturas y palatabilidad adaptadas a población con disfagia, de fácil y segura masticación, por ejemplo).
Dado que una de las principales áreas de interés del consumidor es la salud digestiva, y ésta está relacionada con el sistema inmune que tanto preocupa ahora, las empresas necesitarán estrategias claras en este foco para el desarrollo de productos, más allá del “sin gluten” o “sin lactosa” (donde la fermentación es una de las vías con potencial para seguir explorando).
Más allá de los productos alimentarios que se les ofrece en el mercado, las personas esperan algo más de las empresas de alimentación: buscan ayuda y soporte. Otro de los grandes retos de la industria alimentaria es generar vínculos y establecer canales de interacción con el consumidor que ofrezcan información clara y veraz, que no sólo sensibilice, sino que “enganche” e invite al cambio en las personas, con servicios de soporte (asesoramiento o coaching) e incentivación de un estilo de vida saludable. Una manera de ganar reputación, imagen de marca y la tan necesaria confianza de un consumidor escéptico a todo lo que venga de las empresas alimentarias.
Algunos ejemplos de innovaciones
La gama ‘Nutrasal’ de Disproquima tiene como base un producto obtenido mediante una tecnología patentada, que ofrece un sabor salado muy intenso y agradable similar al de la sal común, permitiendo alcanzar los niveles de reducción de sodio necesarios sin comprometer el sabor y la estabilidad microbiológica de los productos.
CHR Hansen sumaba a su gama de cultivos para vegetales DA (sin ingredientes lácteos) un cultivo bioprotector -’FresQ DA’- que contribuye a aumentar el tiempo de vida útil de los productos fermentados con base vegetal para elaboraciones veganas, permitiendo además eliminar el uso de conservantes artificiales.
Ferrer Alimentación, con su gama ‘Food Solutions Team’, ha apostado por la elaboración de sus nuevas fibras y proteínas vegetales provenientes de cultivos y procesos de fabricación naturales y sostenibles. Los ingredientes que se obtienen son derivados de la fabricación de zumos de diferentes vegetales (kale, remolacha) y la fabricación de aceites (lino, calabaza).
Baïa Foods está centrada en el desarrollo de la miraculina, una glucoproteína presente en la pulpa de una baya africana que permite transformar el sabor ácido en dulce para generar alimentos y bebidas sin azúcares añadidos, que sean beneficiosos para la salud y a su vez sostenibles.
Alifarma participa en el proyecto ‘Perfils’ para responder a la creciente demanda de alimentos, suplementos alimenticios e ingredientes con un perfil nutricional que se adapte a personas que, por condicionantes fisiológicos diversos (alergias, intolerancias, patologías, etc.), precisan de requerimientos nutricionales determinados, y para los que existe todavía poca diversidad de productos adecuados.
Productos más saludables gracias a las tecnologías de procesado (proyecto underPRESSURE, AZTI). Los líquidos de alta viscosidad (como cremas, salsas, productos lácteos…), actualmente se esterilizan y estabilizan mediante tratamientos térmicos o con el uso de aditivos, lo que afecta negativamente a las propiedades sensoriales y nutricionales de esos alimentos. Para conseguir que estos productos sean más saludables y naturales, se ha desarrollado una solución tecnológica para conservar y estabilizar en una sola fase alimentos líquidos de ‘alta’ viscosidad, a través de un proceso de homogeneización por ultra alta presión (UHPH). El primer prototipo a escala piloto de la solución (proceso patentado), está situado en las instalaciones de AZTI para su uso en tareas de investigación y a disposición de las empresas alimentarias interesadas en probar la tecnología.
Nuevos productos para población con cáncer (Proyecto Oncofood, AZTI) Las personas que sufren tratamientos del cáncer ven alterados el gusto y el olfato, lo que deteriora la ingesta de alimentos y su estado nutricional. Se ha caracterizado el perfil molecular (a través de la lipidómica de membrana) de población con cáncer, evidenciando desequilibrios en su perfil de ácidos grasos omega 3 y omega 6. También se ha estudiado sus necesidades sensoriales, debidas a alteraciones del gusto y olfato durante los tratamientos. Conociendo mejor las necesidades específicas de los pacientes oncológicos, el centro tecnológico AZTI ha diseñado una gama de productos que permiten mejorar su estado nutricional y su calidad de vida, que se están testando con pacientes para evaluar su aceptabilidad, y esperan ser comercializarlos a partir de 2022.
Discos de suplementos nutricionales solubles (Effusio). El primer disco soluble en bebidas que libera vitaminas, minerales y nutrientes en un formato sostenible. Una solución para los que quieren ser mejores con el planeta y mejorar su bienestar con fórmulas concretas con diferentes propósitos. Los dos primeros productos en el mercado están enfocados a la salud de la microbiota (prebiótico) y como ayuda para dormir.