En términos de sostenibilidad, salud y coste-eficiencia, los denominados productos alimentarios híbridos tienen bastante sentido y van adquiriendo espacio en las últimas tendencias e innovaciones.
Hasta ahora, la mayoría de productos “híbridos” consistían en hamburguesas, salchichas o formas de picadillo elaborados a base una mezcla de proteínas vegetales y carne de origen animal. Sin embargo, últimamente y gracias a los últimos desarrollos tecnológicos, se están haciendo pruebas prometedoras incorporando hongos, grasa cultivada y lácteos obtenidos a partir de fermentación de precisión.
Veamos algunos ejemplos.
Yogures con ingredientes de células cultivadas
La compañía israelí Wilk ha desarrollado un yogurt que es el primer producto alimentario que incorpora un ingrediente lácteo cultivado con células. El producto contiene el componente principal de grasa cultivada a partir de células, lo que garantiza que conserva los beneficios nutricionales inherentes que sólo se encuentran en las grasas lácteas reales.
“Hace tiempo que se sabe que la grasa de la leche es fundamental para la salud y la nutrición humanas, ya que contribuye a la absorción de nutrientes clave, como las vitaminas D y E y el calcio, en la sangre, al tiempo que proporciona una rica fuente de propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y anticancerígenas”, dijo Tomer Aizen, director general de Wilk.
Hamburguesas con grasa cultivada
Bajo la premisa de que nadie quiere comer una hamburguesa con sabor a coco, la srtat-up británica Hoxton Farms utiliza biología celular y la modelización matemática para fabricar un tipo de grasa mejor. A partir de unas pocas células, cultivan grasa animal purificada en biorreactores para producir “un ingrediente delicioso, sostenible y sin crueldad”.
De esta manera, combinando grasa cultivada con ingredientes vegetales, se logra un producto híbrido que logra asemejarse al sabor de la carne real.
Productos híbridos basados en la tecnología de extrusión de alta humedad
HybridFoods es un proyecto de investigación liderado por Nofima, el instituto noruego de investigación alimentaria. El objetivo principal del proyecto es desarrollar productos híbridos análogos a la carne, novedosos, sostenibles y nutritivos, basados en la tecnología de extrusión de alta humedad, que combinen proteínas vegetales con ingredientes derivados de subproductos de pescado y aves de corral, algas marinas, microalgas y larvas de insectos.
Sustitutivo de queso a base de proteína láctea, faba e insectos
AZTI, en colaboración con Blendhub e Insektabel ha desarrollado un untable sustitutivo del queso a base de leche, faba y harina de tenebrio. La larva de tenebrio resulta de gran interés ya que ha sido recientemente declarada por la EFSA como segura para el consumo humano.
Además, el análisis de las características fisicoquímicas, la caracterización de la textura, el análisis sensorial y el perfil nutricional son muy positivos, lo que hace indicar que este híbrido es una buena opción de cara a formular productos con una menor presencia de proteína animal.
El futuro de los productos alimentarios híbridos
Pese al potencial de estos productos parece que algo no termina de encajar en su aceptación general, aunque no hay consenso sobre el motivo. En cualquier caso, todo apunta a que las alternativas híbridas no terminan de encontrar su público. Es necesario concretar el consumidor al que se dirigen estos productos, ¿se trata de dar la experiencia más real a los consumidores de productos vegetales? ¿o se busca convencer a quien quiere diversificar su dieta vegetariana?
Aclarar estas cuestiones ayudará definir los mensajes que atraigan a los consumidores.