La pérdida y el desperdicio alimentario es una lacra en nuestra sociedad, pero también representa una oportunidad de conseguir un triple beneficio —para el clima, la seguridad alimentaria y la sostenibilidad de nuestros sistemas agroalimentarios.
Según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, las personas residentes en España desperdiciaron alrededor de 1.245,88 Millones de kg de alimentos en el año 2021. Esto supone que se desperdicia el 3,8 % del total de alimentos y bebidas comprados dentro y fuera de los hogares.
Además, la pérdida y el despilfarro de alimentos ha causado entre un 8 y un 10% de las emisiones de los gases responsables del calentamiento global de alimentos durante el periodo 2010-2016, según el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).
A nivel colectivo, tanto las instituciones como la sociedad somos muy conscientes de este problema. Es necesario seguir trabajando la sensibilización y la concienciación de la ciudadanía.
Si bien es cierto que la mayoría del desperdicio sucede en los hogares, la industria puede y hacer todo lo posible para reducir el desperdicio y el despilfarro alimentario en sus plantas. De esta manera, no solo conservarán recursos y minimizarán costos, sino que, además, contribuimos a la sostenibilidad ambiental.
Estrategias para prevenir el desperdicio alimentario
Lograr la reducción del desperdicio pasa por replantear el sistema de producción y, a menudo, unos pequeños cambios pueden lograr una enorme diferencia. En general, podemos hablar de siete claves:
- Planificación y gestión eficiente de la producción: Con sistemas de gestión de la cadena de suministro que permitan una planificación precisa de la producción e implementando pronósticos de demanda precisos para evitar la sobreproducción.
- Control de inventario: Conviene mantener un registro preciso de los alimentos en stock y utiliza el principio FIFO (primero en entrar, primero en salir) para asegurarte de que los productos más antiguos se utilicen primero.
- Mejora de procesos: Examina y optimiza los procesos de producción para reducir la generación de residuos y reutiliza o recicla subproductos siempre que sea posible. En este sentido, la valorización de subproductos ofrece un amplísimo abanico de posibilidades que pueden resultar económicamente muy rentables.
- Educación y formación del personal: Es importante capacita a la plantilla sobre la importancia de reducir el desperdicio alimentario y cómo hacerlo en sus tareas diarias.
- Tecnología y etiquetado inteligente: La tecnología es, sin duda, la gran aliada en la disminución del desperdicio. Desde sistemas de etiquetado inteligente que indiquen fechas de vencimiento y almacenamiento adecuado, a tecnologías de seguimiento y monitoreo para identificar productos en riesgo de desperdicio antes de que se vuelvan no aptos para el consumo. También merece la pena tener en cuenta la posibilidad de usar softwares de gestión ambiental que incluyen parámetros sobre el desperdicio alimentario en sus escenarios de mejora. En este sentido, ENVIRODIGITAL es la opción perfecta, ya que se trata del único software especializado en industria alimentaria que tiene en cuenta todas las características y condicionantes propias del sector.
- Colaboración con proveedores: Trabaja en estrecha colaboración con tus proveedores para reducir el exceso de inventario y mejorar la coordinación de pedidos.
- Medición y seguimiento: Realiza un seguimiento constante del desperdicio alimentario y establece metas para reducirlo gradualmente. La medición te ayudará a identificar áreas problemáticas y hacer ajustes.