En los últimos siglos, el sistema agroalimentario se ha visto fuertemente determinado por el paradigma de la globalización. En consecuencia, ha pasado de ser un sistema de producción y comercio basado principalmente en economías locales casi desconectadas a ser un sistema comercial mundial interconectado e integrado. En un mundo cada vez más especializado y complejo, los intermediarios, las grandes empresas y, sobre todo, las largas cadenas de suministro de alimentos desempeñan un papel principal.
Hoy en día la mayor parte de la población de la UE compra alimentos a las grandes cadenas de supermercados. Esto ha provocado no sólo la pérdida de la conexión entre las personas consumidoras y las entidades productoras medianas (las primeras no pueden seguir el rastro de los alimentos hasta un productor o zona reconocidos), sino también la preocupación por la transparencia, la política medioambiental, los derechos de los trabajadores, el desarrollo rural y la ética alimentaria, entre otros.
Cadenas cortas de suministro de alimentos (SFSC)
En las dos últimas décadas, han florecido en Europa y Norteamérica iniciativas y redes de suministro de alimentos alternativos (mercados de agricultores, tiendas de productos agrícolas, agricultura apoyada por la comunidad, tiendas online) destinadas a reconectar a los productores y los consumidores y han sido etiquetadas como “cadenas cortas de suministro de alimentos” (SFSC en sus siglas en inglés).
Estas cadenas, que suelen operar en entornos urbanos y periurbanos, responden al creciente deseo de quienes consumen en entornos urbanos de acceder a alimentos seguros, de alta calidad y sostenibles, y a la necesidad de los productores de captar un mayor porcentaje del valor añadido. Los SFSC pueden actuar como motor de cambio y como modelo para aumentar la transparencia, la confianza, la equidad y el crecimiento a lo largo de la cadena agroalimentaria.
A pesar de su continuo desarrollo y del apoyo de los gobiernos y las autoridades (desde el ámbito europeo hasta el local), los SFSC se han enfrentado a dificultades que impiden o limitan su éxito y progreso. Algunas de estas dificultades pueden resolverse aplicando soluciones innovadoras ya existentes en el mercado, que podrían adaptarse a la escala de los SFSC. Sin embargo, los pequeños agricultores y productores asociados a los SFSC no suelen disponer de los recursos (dinero, tiempo, personal y conocimientos) para encontrar, aplicar y adaptar dichas innovaciones y, finalmente, para resolver esos problemas por sí mismos. Cerrar estas brechas contribuiría activamente a transformar los SFSC en una alternativa concreta y sostenible al sistema alimentario globalizado.
Guía SMARTCHAIN de innovación en las SFSC
El proyecto europeo SMARTCHAIN, cuyo objetivo es introducir soluciones prácticas innovadoras que mejoren la competitividad y la sostenibilidad del sistema agroalimentario europeo, ha elaborado una guía de buenas prácticas para ayudar a los pequeños agricultores y productores que participan en los SFSC a aplicar soluciones innovadoras. Esta guía incluye:
- El significado y los aspectos clave de los SFSC
- Una descripción general del contexto de los SFSC en Europa
- La definición y los tipos de innovación
- Ejemplos de innovación con éxito
- Recomendaciones generales para aplicar la innovaciónUna guía paso a paso para ayudar al profesional en el camino de la innovaciónUna herramienta para utilizar la innovación en el rediseño de los SFSC para hacer frente a la pandemia de SARS-CoV-2
Esta guía es también una herramienta para identificar oportunidades y estrategias que permitan el éxito de las innovaciones regionales tecnológicas, no tecnológicas y sociales y está disponible (en inglés) en este enlace.