Alimentación y coronavirus. Evidencias científicas
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ITZIAR TUEROS. Coordinadora Área Alimentación y Salud. AZTI
En las últimas semanas, marcadas por una crisis sanitaria sin precedentes, podemos encontrar multitud de informaciones erróneas, bulos y consejos sin evidencia científica en torno al coronavirus. En concreto, en el campo de la alimentación, se ha publicado en diferentes redes sociales que el consumo de batidos detox, ciertas setas, algas o incluso cantidades altas de alcohol pueden prevenir o curarnos de una infección por coronavirus. La realidad es que nos encontramos ante un virus nuevo, y todavía no disponemos de evidencia científica sobre recomendaciones nutricionales que contribuyan a reducir el riesgo de infecciones por coronavirus.
Lo que sí sabemos es que los nutrientes que obtenemos a través de la alimentación ejercen un papel importante en el desarrollo y mantenimiento del sistema inmune, el cual resulta clave para combatir la enfermedad. El sistema inmune es un complejo conjunto de estructuras y mecanismos biológicos que permite a un organismo mantener un equilibrio frente a agresiones internas o externas. Una alimentación saludable, hacer ejercicio físico, una buena higiene de sueño y manejar el estrés son factores que contribuyen al mantenimiento de nuestro sistema inmune.
Pero, ¿Qué entendemos por una alimentación saludable? Una alimentación saludable es aquella que incorpora alimentos accesibles, que aportan todos los nutrientes necesarios y seguros para la vida de las personas; incluye unos hábitos de elaboración y consumo que están en sintonía con su estilo de vida y sus costumbres y los combina de manera variada, equilibrada y adaptada a las necesidades específicas de cada persona (ver figura 1).
En base a las evidencias científicas disponibles, una dieta saludable debe estar basada fundamentalmente en frutas, hortalizas, legumbres, productos integrales y frutos secos, moderada en pescado, carnes magras, huevos y lácteos y limitada en carne roja, carne procesada y azúcares simples. El aceite de oliva será la grasa fundamental de uso (ver figura 2).
Existen numerosos estudios científicos que demuestran la relación que tienen algunos nutrientes con el buen funcionamiento del sistema inmune, fundamentalmente vitaminas (A, B12, B6, C y D) y minerales (cobre, folatos, hierro, selenio, zinc). Una alimentación saludable, como se indica en el plato saludable, es suficiente para aportar las cantidades diarias recomendadas de estos micronutrientes. Sin embargo, en algunos casos, dónde existe un déficit, puede ser necesario complementar la dieta con suplementos nutricionales que aportar dosis adicionales de estas vitaminas y/o minerales, siempre supervisado por un profesional sanitario.
Si lo que buscamos es una fórmula rápida y fácil para hacernos inmunes a una infección por coronavirus, la realidad es que no existe.
A pesar de las numerosas ofertas de alimentos milagro y suplementos nutricionales que podemos encontrar estos días en la redes sociales el mejor método que disponemos ahora para evitar una infección por coronavirus es quedarnos en casa, respetar las medidas de higiene, y uso de equipos de protección individual ( mascarillas y guantes). Además, si queremos mantener nuestro sistema inmune en condiciones óptimas, deberemos seguir una dieta saludable, hacer ejercicio físico, buena higiene de sueño y manejar el estrés.