Pesticidas en alimentos: ¿cómo detectar su presencia y garantizar la seguridad alimentaria en Europa?
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FÉLIX AMÁRITA, ALEJANDRO BARRANCO, AMAIA EREÑO y HUGO CUNHA-SILVA, área de seguridad e integridad alimentaria
Índice de contenidos
Qué son y qué pasa cuando hay presencia de pesticidas en los alimentos
Los pesticidas son productos químicos elaborados a base de compuestos tóxicos que evitan el desarrollo de plagas (animales, plantas o microorganismos). Esta capacidad para controlar las plagas aumenta la productividad de los cultivos, lo que hace que el empleo de pesticidas esté muy extendido en la agricultura.
Sin embargo, el uso no controlado de estos productos puede tener efectos adversos sobre la salud y el medio ambiente. Los plaguicidas (y sus residuos) pueden llegar a nuestros hogares a través de la compra diaria, de ahí que estén sujetos a vigilancia en el contexto europeo de seguridad alimentaria.
La seguridad alimentaria en Europa
En la Unión Europea, el volumen de negocio diario de la industria alimentaria es enorme, y por lo tanto, en este contexto altamente dinámico, la calidad y seguridad alimentaria y los medios para asegurarlas juegan un papel importantísimo.
Los estándares y normas en cuanto a seguridad alimentaria de la Unión Europea son de los más estrictos del mundo, en gran parte gracias al sólido conjunto de legislación de la UE, que garantiza la seguridad de los alimentos para los consumidores. Una herramienta clave para garantizar el flujo de información que permita una rápida reacción cuando se detectan riesgos para la salud pública en la cadena alimentaria es el RASFF (Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos).
El objetivo de la RASFF es compartir información sobre alertas sanitarias de forma rápida entre sus miembros (Comisión Europea, EFSA, ESA, Noruega, Liechtenstein, Islandia y Suiza), ofreciendo un servicio permanente para garantizar que las notificaciones urgentes se envíen, reciban y respondan de forma colectiva y eficaz. La información que RASFF gestiona es lo más transparente posible para todos los grupos de interés, teniendo en cuenta el equilibrio entre el libre acceso y la debida protección de la información, ya que una gestión inadecuada podría derivar en alarmas innecesarias, perjuicios económicos y, en consecuencia, una disminución de la confianza de la ciudadanía en el sistema alimentario.
Incidencia de pesticidas en alimentos según la RASFF
En este contexto, si accedemos a la información disponible en RASFF sobre la prevalencia de pesticidas en productos alimentarios, encontramos que, de las 3 794 notificaciones recibidas en 2020, 690 estaban relacionadas con pesticidas, lo que representa más del 18% de los casos. Los pesticidas se situaron en el segundo puesto por incidencia en la clasificación de tipos de peligro, solo superado por cuestiones microbiológicas. En más del 78% de los casos de plaguicidas se consideró que el riesgo detectado era grave. Como era de esperar, casi el 42% de los casos se detectaron en frutas y verduras, seguido de un 41% de casos observados en frutos secos, derivados de frutos secos y semillas.
Los países más activos en la detección de no conformidades asociadas a la presencia de pesticidas fueron, por orden de casos notificados, Países Bajos, Bulgaria y Alemania, que sumaron el 64% de los casos. En cuanto al origen de las notificaciones, casi la mitad de los casos fueron detectados e informados por los propios fabricantes. Esto es normal si tenemos en cuenta que legislación europea vigente establece la obligación de que las empresas productoras de alimentos asuman la responsabilidad de garantizar la seguridad de los alimentos que producen.
Métodos de detección de pesticidas antes de su comercialización
El elevado número de alertas detectadas por los productores es una clara indicación de que el sector alimentario que tiene como objetivo el mercado europeo es consciente de sus obligaciones con las personas consumidoras y trabaja activamente para garantizar la calidad y seguridad de sus productos.
La comercialización rápida para mantener la calidad del producto no debe obstruir el control adecuado de los lotes. Por eso, en los últimos años se han hecho grandes avances, y se sigue trabajando, para lograr una detección rápida antes de comercializar el producto o para la realización de retiradas del mercado lo antes posible.
Los test de ensayo rápidos son una opción adecuada para la detección inmediata de presencia de pesticidas y únicamente en caso de sospecha o alerta tener que realizar un análisis más exhaustivo mediante técnicas de confirmación (cromatográficas). Además de la rapidez de respuesta, estas nuevas herramientas de detección ofrecen otras ventajas como son la facilidad de uso, fácil implementación en procesos industriales y su bajo coste permitiendo reducir el coste analítico del control de la seguridad alimentaria.
Actualmente se pueden encontrar en el mercado diferentes test que abarcan la detección de pesticidas individualmente, es decir se necesitaría un test por cada pesticida a analizar. Sin embargo, hay que tener en cuenta que en la mayoría de las ocasiones se utilizan mezclas de pesticidas o diferentes tratamientos que al final implican la aparición de residuos de diferentes pesticidas en un mismo producto. Ante esta situación, las nuevas investigaciones en test rápidos van dirigidos al desarrollo de soluciones que permitan la detección de estas mezclas.