Hacia una nueva-normalidad más sostenible
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SAIOA RAMOS y MAITE CIDAD, Expertas en procesos eficientes y sostenibles, AZTI
Las restricciones de movimiento durante la alerta sanitaria han alterado considerablemente nuestros hábitos de consumo. Numerosos estudios coinciden en que la venta online o e-commerce se ha disparado, el cocinado en el hogar ha aumentado, aumentando también la ingesta de frutas y vegetales y disminuyendo el consumo de bollería y de carnes.
Ahora, en la desescalada hacia una nueva-normalidad, es el momento para replantear nuestros hábitos: volvemos a lo de antes, nos quedamos con las nuevas prácticas o… ¿nos reinventamos?
Si optas por reinventarte hacía un modelo de consumo más sostenible, a continuación, te dejamos unos sencillos trucos que se pueden incluir en tu día a día:
Índice de contenidos
5 trucos para una compra sostenible de alimentos
1- Compra productos locales y de temporada
Incorporar a nuestra lista de la compra productos locales y de temporada es sin duda una de las principales y más sencillas medidas que podemos adoptar. Los beneficios a nivel nutricional, social, económico y ambiental son incontables: desarrollo del medio rural, creación de empleo, enriquecimiento local, reducción del impacto ambiental, etc.
En este link puedes encontrar los productos de temporada de Euskadi mes a mes.
2- ¡Deja el coche aparcado!
En ocasiones es inevitable coger el coche para hacer una gran compra. Durante el confinamiento así lo hemos hecho con el fin de reducir el número de viajes al exterior. Sin embargo, ahora tenemos la oportunidad de cambiar y dejar el coche aparcado.
Planifica bien el menú semanal y organízate a la hora de hacer la compra para reducir al mínimo los desplazamientos en coche. Al comprar en el barrio/municipio reduces los gases de efecto invernadero derivados de la quema de combustibles, además impulsas el comercio local y te ahorrarás tiempo.
En el siguiente artículo, encontrarás aplicaciones para planificar tus menús.
3- Elije alimentos con menor impacto ambiental
Recientes estudios aconsejan una reducción, incluso eliminación, del consumo de carnes. Sin embargo, muchas personas no están dispuestas a dar el salto hacia dietas vegetarianas.
Estés o no dispuesto a modificar tu dieta, es importante saber que todas las etapas de producción y distribución de los alimentos influyen en su impacto ambiental final. Prácticas agrícolas respetuosas con el medio ambiente, envases sostenibles, industrias con certificados de eficiencia energética o prácticas de minimización de consumo de agua hacen que un producto específico tenga menor impacto ambiental que uno igual de otra marca.
¿Cómo puedes conocer esta información? Analiza las etiquetas de los productos o entra en las páginas web de las empresas productoras ya que la mayoría revela sus estrategias ambientales mediante estas vías.
Un consejo, opta por una compra consciente e infórmate de qué hay detrás de la producción de los alimentos que estás adquiriendo, seguro que te llevas más de una sorpresa.
4- Ajusta la dosis
La compra en grandes formatos reduce el impacto ambiental derivado de la producción y gestión del envase. Sin embargo, no debemos olvidar que el envase, entre otras funciones, ayuda a conservar el alimento así que, si sois pocos en casa, los alimentos en grandes formatos pueden resultar en un mayor desperdicio alimentario.
Observa tus prácticas y elije el formato que más te convenga, siempre hay una solución que se adapta a tus necesidades. Eso sí, evita el envase superfluo o excesivo que, aunque faciliten la manipulación, distribución y presentación del producto, no resultan necesarios para contenerlo o protegerlo (RD 782/1998). Mediante el #Desnudalafruta puedes encontrar varios ejemplo de este uso excesivo e innecesario.
Y recuerda, la mejor opción es la compra a granel, ya que compras sólo lo que necesitas y evitas el impacto del envase.
5- Limita los alimentos ultraprocesados
El procesado de alimentos es esencial en nuestra sociedad, muchos de los productos cotidianos, como los yogures o el propio aceite de oliva, necesitan una transformación previa. No obstante, hay que limitar la compra de productos ultraprocesados ya que son alimentos con formulaciones de sal, azúcar, aceites y grasas, así como saborizantes, colorantes y otros aditivos, que no son esenciales para nuestra alimentación.
Son productos como postres y comidas listas para comer que agilizan el momento de preparación de la comida pero que necesitan un consumo elevado de energía, agua y materias primas a lo largo de toda su cadena de elaboración.
5 trucos para una preparación y consumo sostenible de alimentos
1- Reduce el consumo del refrigerador
El frigorífico es uno de los electrodomésticos que más impacta en el consumo eléctrico de nuestros hogares. No podemos vivir sin él, pero sí que podemos optimizar su consumo. A continuación, te dejamos las claves para ello:
- Ajusta el termostato: Los fabricantes recomiendan tener el frigorífico a 5 grados y el congelador a -18 grados. Cada grado de menos supone como media un aumento del 5% del consumo eléctrico, lo que hace aumentar el impacto ambiental.
- Coloca los alimentos en el lugar adecuado: Los estantes de arriba, la zona menos fría para los alimentos ya precocinados y la zona inferior, la más fría para los alimentos crudos como la carne y el pescado. Guarda la verdura y la fruta en los cajones destinados para ello. Evita que la comida toque la parte posterior, se echará a perder y además no permitirá la repartición homogénea del aire frío.
- No saturar: A diferencia del congelador, el refrigerador no debe estar totalmente lleno, ya que funciona más eficientemente cuando hay algo de aire alrededor de los alimentos. Además, intenta no incorporar muchos productos de golpe ya que tendrá que hacer un sobreesfuerzo para enfriar todo.
- Deja enfriar los alimentos afuera: Si guardas alimentos cuando están calientes o tibios, el frigorífico tendrá que usar mucha más energía para enfriarlos. Así que antes de ponerlos en la nevera, deja que se enfríen a temperatura ambiente.
- Cierra la puerta: Cada vez que abrimos la puerta, el frigorífico pierde frio, entra humedad y consume más. Piensa que vas a meter o a sacar antes de abrir la puerta.
- Mantenimiento anual: la suciedad (hielo, polvo, escarcha…) dificulta el correcto funcionamiento de tu frigorífico. Limpia a menudo por dentro la nevera con agua jabonosa, así evitarás la formación de hongos y prevendrás la formación de hielo. Además, deberás limpiar una o dos veces al año tu nevera también por detrás, para eliminar el polvo que ensucie el motor.
2- Aprovecha el microondas
El microondas es un electrodoméstico infravalorado que la mayoría usamos solamente para calentar la leche del desayuno o recalentar unas sobras. Sin embargo, también puede ser muy útil y eficiente para preparar platos innovadores. Según el Instituto de la Diversificación y Ahorro de Energía (IDEA), el uso del microondas en lugar del horno eléctrico puede llegar a ahorrar entre un 60 o 70 % de la energía.
¡¡Si todavía no lo has probado, ya vas tarde!! Tu bolsillo también lo agradecerá 😊
Aquí tienes unas recetas al microondas para empezar.
3- Evita el prelavado manual antes del lavavajillas
Pese a ser una práctica muy extendida, todos los fabricantes de lavavajillas coinciden en que no es necesario enjuagar previamente la vajilla antes de ponerla en el lavavajillas. Tan solo tienes que eliminar los restos de alimentos más gruesos adheridos.
Si crees que la vajilla está muy sucia, o si eres de los que no pone el lavavajillas todos los días, tienes la opción del prelavado. Este es un programa corto que prepara la vajilla para ser lavada y es más eficiente que enjuagar los platos a mano.
4- Recicla, recicla, recicla…
Según las cifras oficiales, en España se recicla la gran parte de vidrio y los envases, pero no nos cansaremos de decirlo: recicla. Es importante recordar que no sólo hay que reciclar los envases plásticos o los vidrios que se acumulan en el hogar, el cartón e incluso los residuos orgánicos también hay que gestionarlos correctamente.
Sabemos que a veces el espacio en la cocina es escaso para tanto compartimento, pero el planeta te lo agradecerá.
Este link os facilitará la tarea de reciclar cada cosa ya que puede que tengas dudas de cómo gestionar el residuo adecuadamente y, además, aparece más información acerca de reciclar bien.
5- Evita el desperdicio alimentario
Según un estudio del Parlamento Europeo, el 53 % del desperdicio alimentario es responsabilidad de los consumidores, por lo que tenemos en nuestra mano poder reducir este valor y hacer un consumo más responsable, reduciendo así el impacto ambiental.
A continuación, te proponemos unas pautas a seguir para evitar al máximo el desperdicio:
- Planifica bien el menú semanal, de modo que sólo compres lo necesario ajustando las dosis, por lo que te recomendamos que hagas una lista y te ciñas a ella a la hora de comprar. De esta forma evitarás alimentos que luego puedan echarse a perder por falta de una buena organización.
- Evita ir a la compra con hambre o no te dejes llevar por ofertas de productos que no ibas a comprar, ya que hay estudios que verifican que se compran más productos de los que realmente se necesitan y al final se echan a perder.
- Consume primero los alimentos con la fecha de caducidad más próxima.
- Guarda los alimentos que no necesiten refrigeración en un lugar fresco, seco y oscuro y cierra bien los paquetes o botes.
- Prepara las raciones adecuadas.
- Aprovecha los alimentos ya preparados, es decir, utiliza las sobras para preparar nuevas recetas. Existen recetarios disponibles online que te pueden dar ideas.