• El centro tecnológico ha elaborado un estudio que vincula las principales actividades socioeconómicas marítimas con las características del ecosistema marino.
  • Los resultados del proyecto muestran la importancia que tiene la alta concentración de valores biológicos para el desarrollo de la pesca, la acuicultura y el turismo costero.

 Pasaia, a 15 de noviembre de 2019. El centro tecnológico AZTI ha concluido un proyecto que establece una relación directa entre las actividades económicas llevadas a cabo en el litoral vasco y el ecosistema marino. Este proyecto, financiado por la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Transición Ecológica, contribuirá a establecer las bases de conocimiento para el desarrollo de medidas de gestión con el objeto de alcanzar los objetivos económicos y de conservación del ecosistema marino.

Un gran número de actividades económicas que se desarrollan en el litoral dependen directamente de la cantidad de recursos naturales que componen ese ecosistema. Todos esos recursos conforman un capital natural responsable de los beneficios que obtiene la sociedad a través de lo que se conocen como servicios del ecosistema. La identificación y cuantificación de dichos servicios del ecosistema permite conocer las oportunidades que ofrece ese ecosistema y, sobre todo, anticipar el grado de dependencia del mismo en el futuro por parte de las citadas actividades, para poder adoptar las medidas de gestión necesarias para preservarlo. En este sentido, este trabajo contribuye al desarrollo de una gestión ecosistémica en el litoral vasco.

Con el objeto de determinar las relaciones entre las actividades económicas desarrolladas en el medio marino y el capital natural, AZTI ha elaborado un estudio que ha analizado el vínculo de determinadas actividades marítimas con las características del ecosistema donde se desarrollan. El estudio constata que existe una dependencia directa entre algunas de esas actividades económicas (la pesca de arrastre, diferentes modalidades de pesca artesanal, la acuicultura de mejillones y el turismo marino) y las características del ecosistema marino.

La pesca de arrastre y la pesca artesanal mostraron una «alta» utilización de los servicios de aprovisionamiento, en 44% y 38% del área respectivamente. Las zonas que presentan un rendimiento económico «bajo», coinciden con áreas de valor biológico «bajo». Lo cual demuestra la importancia de la presencia de altos valores biológicos para la actividad pesquera.

“Estos resultados muestran la importancia que tiene para las actividades pesqueras, acuícolas y relativas al turismo alcanzar y mantener el buen estado ambiental, indispensable para asegurar la provisión de servicios ecosistémicos en el presente y el futuro”,


asegura el responsable del estudio, Ibon Galparsoro, experto en Gestión Ambiental de Mares y Costas de AZTI.

La pesca de arrastre depende casi exclusivamente de hábitats sedimentarios de la plataforma continental y de aguas profundas, con una dependencia «moderada» a «alta» en el 52% del área de estudio. En cambio, la pesca artesanal presenta una dependencia mayor respecto a los hábitats vinculados a los fondos rocosos, lo cual está relacionado por las especies objetivo de este sector.

En términos de acuicultura y turismo marino, ambos se concentran en zonas situadas a una distancia máxima de 5 kilómetros de la costa, donde los procesos naturales de depuración y de servicios del ecosistema proporcionan aguas más limpias y de calidad. El cultivo de mejillones presenta una dependencia “moderada” pero coincidente con servicios del ecosistema vinculados a la producción primaria. Por su parte, el turismo marino tiene una dependencia «alta» frente a los hábitats rocosos y una dependencia «moderada» respecto a los hábitats sedimentarios submarinos.

El estudio realizado por AZTI se enmarca en el proyecto LIFE IP INTEMARES, que coordina la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica, con el objetivo de conseguir una red de espacios marinos Natura 2000 gestionada de manera eficaz, con la participación activa de los sectores implicados y la investigación como herramientas básicas para la toma de decisiones. Los resultados del proyecto permitirán elaborar propuestas de gestión eficaces e integradas y generar información que pueda ser empleada en procesos consultivos.

Por otro lado, el Instituto Español de Oceanografía también ha mostrado su interés en cuanto a la generación de información que será de gran ayuda para consecución de una red consolidada de espacios marinos en la Red Natura 2000, dentro de las Acciones del proyecto INTEMARES.

Este proyecto se ha desarrollado con el apoyo de la Fundación Biodiversidad, del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a través de la  Convocatoria de ayudas 2018 para la realización de actividades en el ámbito de la biodiversidad terrestre, biodiversidad marina y litoral y el fomento de la información ambiental.

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